*Conversaciones necesarias
Con esta introducción abrimos una nueva serie de reflexiones de Conversaciones necesarias sobre el trabajo y la formación docente. Compartimos algunas preocupaciones de orden general y coyuntural para luego introducir los escritos que compartiremos en las próximas semanas.
Notas sobre la coyuntura
La formación y el trabajo docente no pueden pensarse al margen de la conformación de nuestro país y nuestro sistema educativo. Sin embargo, los discursos hegemónicos contemporáneos colocan a los y las docentes como los responsables de todos “los males” que nos aquejan, aquejaron y aquejaran. Por supuesto que cualquier cambio-transformación-mejora del sistema educativo y de las experiencias y aprendizajes de nuestros chicos y chicas en las escuelas solo es posible de la mano de sus docentes. Pero esto de ningún modo significa depositar todas las posibilidades de cambio solamente en la docencia y en su formación. Se trata de un doble discurso, que a la vez que ensalza a los docentes, los descalifica.
El sistema educativo, sus escuelas, el trabajo de maestros y profesores son construcciones históricas complejas, que han llevado décadas, no son uniformes, se vinculan con tradiciones y tensiones propias de los tiempos que les toca transcurrir. Los docentes no tienen una llave mágica, tampoco los cambios en el sistema educativo tienen efectos inmediatos. La formación y el trabajo docente requieren de acuerdos e intervenciones sostenidas en el mediano plazo, que solo son posibles con políticas públicas que superen la pretensión de exhibir resultados y se definan, en cambio, por una presencia sostenida del Estado y por la construcción de proyectos colectivos y duraderos.
En esta coyuntura, queremos agregar dos preocupaciones relativas a nuestro tema de los últimos días que, entendemos, no son inocuas: por un lado, la cuestión del Presupuesto Nacional 2017 y, por el otro, algunas afirmaciones de la Directora del INFD (Instituto Nacional de Formación Docente) justamente ante el Congreso de la Nación en ocasión de la defensa del proyecto de Presupuesto presentado.
Según el proyecto elaborado por el Ministerio, el año que viene la Educaci tendrá un punto porcentual menos en sus recursos. Los números muestran, además, que mientras se multiplican por cuatro los recursos para la evaluación, se reducen en un 25% los fondos destinados a la formación docente. Toda una definición.
Cecilia Veleda, Directora Nacional del INFD, ante el Congreso sostuvo afirmaciones generalizantes y profundamente despectivas acerca de que “las instituciones que forman docentes que son pequeñas y alejadas de los centros urbanos no están en condiciones de ofrecer una formación de calidad y eso genera circuitos de pobreza”. ¿Qué entiende la funcionaria por ·educación de calidad? ¿En qué está pensando cuando conecta de ese modo educación de calidad y círculos de pobreza? ¿Acaso la pobreza es un efecto de la educación? ¿Acaso la formación docente es responsable de generar pobreza? ¿Acaso las propuestas de formación en localidades alejadas son necesariamente pobres? Se trata, por lo menos, de un discurso que deslegitima el trabajo docente y su formación y que termina siendo consistente con la decisión de poner bajo la lupa su quehacer con las preguntas a ellos referidas en el operativo APRENDER 2016. Podemos anticipar la hipótesis y conclusión de las autoridades actuales: partiendo del estigma del fracaso de chicos y chicas, serán los docentes los responsables, junto con su condición social de pobreza.
La actual coyuntura amerita seguir el pulso a las decisiones que se tomen, ponerlas en relación unas con otras para interpretar y anticipar el sentido profundo de los cambios que se promueven. En este área en particular, que se diferencia por un discurso que pregona “construir sobre lo construido” en las políticas anteriores, las medidas que se van adoptando no hacen sino negarlas y trabajar para su desmantelamiento.
La serie: disparadores para el análisis y la reflexión
En los artículos de esta nueva serie, en el marco de discutir acerca de las tensiones presentes en las políticas de Formación Docente, comenzaremos analizando algunas tendencias y/o políticas regionales y su especificidad en nuestro territorio.
Myriam Feldfeber en un aporte titulado “Los y las docentes bajo sospecha en la agenda regional” da cuenta de la profusión de discursos y propuestas en la región que cuestionan los saberes y las prácticas de maestros y profesores y que actúan como justificación para un abanico de nuevas políticas de regulación de la tarea de enseñar. Es el caso de Argentina donde se están incorporando algunas de estas propuestas . De ello da cuenta el trabajo de Daniel Friedrich que se titula “¿Qué enseña Enseñá por Argentina?” donde aborda la intervención de las fundaciones privadas en educación, y específicamente, la intervención de la red global de emprendimientos educativos Teach For All y su afiliada en nuestro país Enseñá por Argentina en relación con el trabajo de las y los docentes. Friedrich analiza, nada más ni nada menos, que la disputa entre el fortalecimiento del Estado como productor de saberes y conocimientos versus la tercerización de las políticas.
En cuanto a las políticas nacionales, Alejandra Birgin reconstruye la creación, trayectoria y actualidad del INFD, desarrollando las tensiones, aportes y problemáticas que atraviesan esta nueva institucionalidad del gobierno de la formación docente hoy. El Instituto debe su existencia a, entre otras cosas, políticas articuladas en torno a la construcción de lo común . Este eje es retomado en los dos textos que siguen: en el primero, Javier Trímboli reflexiona acerca de la relación entre la memoria y la historia en la formación docente y lo que asoma como construcción política a lo largo de estos meses. En el segundo, Teresa Artieda aborda el tema de la formación docente y la Interculturalidad, centrándose en los pueblos indígenas y los avances relativos que hubo en los años recientes. En ese sentido, reflexiona sobre las señales de la política educativa actual que son contradictorias con el camino iniciado y las condiciones que serían favorecedoras de su desarrollo.
Algunos asuntos ligados con las políticas sobre el trabajo docente en ejercicio (sus condiciones materiales y simbólicas) se retoman desde tres aportes: por un lado, Leandro Bottinelli nos acerca un análisis del impacto que ha tenido en el salario docente la implementación de la ley de financiamiento educativo 2005-2010, buscando reabrir el debate sobre una nueva ley que establezca renovadas metas de inversión educativa. Roxana Perazza aporta al debate sobre las propuestas y orientaciones de los cambios en las regulaciones del trabajo docente y de la carrera laboral poniendo en tensión perspectivas profesionalizantes y perspectivas punitivas. Por último, Miguel Duhalde (secretario de Educación de CTERA) escribe sobre la formación docente en ejercicio en los últimos años, recorriendo la construcción del Plan Nacional de Formación Permanente (PNFP) y sus cambios en la actualidad desde la perspectiva de las y los trabajadores de la educación.
El tema de la formación y el trabajo docente tiene múltiples aristas que de ningún modo alcanzamos a agotar aquí. De lo que estamos seguras es que hace falta construir sobre lo logrado, que el desmantelamiento de áreas clave del Estado, el desreconocimiento del trabajo de las y los docentes, el colocar a la escuela bajo sospecha es un camino no solo injusto sino peligroso, donde se juega el destino de la educación pública argentina, ámbito imprescindible para hacer efectivos los derechos de todxs lxs chicos, jóvenes y adultxs a una vida más justa, más interesante, más desafiante.
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