*Marina Paulozzo
El estudio PISA convoca a alumnos de 15 años que estén en la secundaria con la intención de medir los resultados de 10 años de escolaridad. Evalúa resolución de problemas matemáticos, comprensión lectora y ciencias.
Como se sabe este estudio lo produce la OCDE, un organismo dedicado a la economía, no a la Educación. El principio de todo esto ha sido analizar cuánto produce invertir durante 10 años en la escolarización. La preocupación no es pedagógica, no se ha creado para aportar a dicho campo.
Este estudio hoy se comunica, se considera, se valora como una evaluación estandarizada e internacional y, como es obvio en estos días, se utiliza políticamente.
En Argentina, en las tomas anteriores a 2015, el indicador más notorio era la gran cantidad de pruebas que los estudiantes entregaban en blanco, sin siquiera intentarlo. Quizás sea entendible dado que sucedía que un día llegaban administradores de la prueba y, sin otra información, se les pedía que la resolvieran. También quizás haya que tener en cuenta que la prueba tiene un formato poco habitual en la cotidianidad de las escuelas, muy elaborado, muy largo (se prevén 2 horas de toma que siempre quedan cortas), solo se le tomaba a algunos estudiantes, no iban a saberse los resultados que además no influirían en sus calificaciones… probablemente para muchos no tenía mucho sentido el esfuerzo.
Sumado a esto también, desde muchos sectores de la docencia, existía y existe una fuerte y explícita oposición a la denominada “prueba”, por producirse desde un organismo desvinculado a sus preocupaciones, por no participar en su construcción, por buscar rankear sistemas educativos sin ponerlos en contexto, entre otros motivos.
Cabe destacar que la Ciudad de Buenos Aires, así como lo hacen otras ciudades del mundo (Shanghai 2012) solicitó en las 2 últimas tomas también aparecer por separado, y pagó por ello un arancel estipulado por la OCDE. Seguramente la intención sería ver su posición al respecto. En la toma 2012 los resultados de ciudad y país fueron apenas diferentes. Este año presenta la misma mejora que la Nación, con la diferencia que la Ciudad va a formar parte de los datos a informar este año, no sucederá lo mismo con el país.
Así fueron pasando los bienios…, desde hace unos 6 años desde algunos lugares vinculados a la pedagogía y a la enseñanza se comenzó a plantear que, si se decidía seguir participando, había que preparar a los alumnos, tal como lo hacen el resto de los países (Chile, México , Colombia)
El año pasado por fin se decidió trabajar para que docentes y estudiantes supieran más acerca del estudio y acompañarán la decisión de participar. Así fue que durante meses se trabajo muy duro, los estudiantes y los docentes trabajaron mucho para que nos fuera bien en la “prueba”, como pasa cuando se acerca un examen… hay que estudiar.
Así se organizaron encuentros con alumnos y docentes, se usaron los ítems libres de la prueba que están para eso, para prepararse. Se analizaron los sitios web de países de la región que se usan para lo mismo, y fundamentalmente se habló con los estudiantes para que se tuviera conciencia que aquellos a los que les tocaba hacer la prueba estarían representando al país.
En muchas escuelas se prepararon las aulas especialmente, se organizaron cosas ricas para cuando terminaran, se sacaron muchas fotos y al final de la jornada no fueron pocos los escenarios que, sin ser fecha patria, se llenaron de pibes que fueron aplaudidos por compañeros y profesores… sí, en algunos lugares hubo fiesta.
Hoy se publica que, ante los buenos resultados obtenidos por Argentina, la OCDE decide retirar al país del informe porque sospecha.
Hoy se habla de ítem, de estadística, de criterios de consistencia y validez pero no se habla de lo que se hizo, de todos y cada uno de los alumnos que estuvieron, estudiaron, trabajaron con sus docentes, maestros, familiares, amigos, que se juntaron fuera del horario para practicar, que esperaron ese día con nervios. Ellos no figuran porque no importan, lo que importa es ocultar lo que se hizo y se hizo bien.
Lástima que al ocultar resultados se invisibilizan otras cosas, quizás aquellas por las que se esperaría encontrar ministros, secretarios, directores que recordaran que si salió mejor es porque los estudiantes se esforzaron, porque estuvieron ahí y pusieron el cuerpo.
Ojalá en lugar de salir a dar explicaciones en una jerga que, seguramente y por suerte, ninguno de los pibes va a atender, se contara con gente que saliera a defender lo realizado.
Los pibes de pisa son invisibles…. pero existen….. por suerte han demostrado que no hay secretos ni en esta ni en ninguna prueba: saber en qué consiste, para qué se hace y no hacerlo solos son buenas condiciones para lograr el cometido.
Lástima no haber tenido al Ministro en conferencia de prensa felicitándolos…..
Leo el texto y pienso que lo que los pibes de pisa si podrían entender sin dificultad que hubo un gobierno que quiso ocultar la información, que lo hizo para desprestigiar al gobierno anterior y justificar sus propios desaciertos en lo que hasta el hartazgo continúa llamando «la pesada herencia». Y quizá esto es lo más importante que podrán aprender a partir de este escándalo que es la manipulación de los resultados de PISA: Para esto, no hace falta que los pibes aprendan ninguna jerga técnica de indicadores, etc. sino en la más clara jerga política pueden entender lo que es manipulación de la información, el comportamiento cómplice de los poderes políticos, económicos, de la información (gobierno de Cambiemos, OCDE, Clarín). Y de esto es que tendríamos que hablar con los pibes pisa, en lugar de lamentar que un ministro de educación que se definió a sí mismo como un jefe de personal venga a felicitarlos. ¿Otro ritual escolar?, ¡saludo a la bandera!, ¡saludo al ministro!…. el mismo ministro que gestionó la educación de la Ciudad de Buenos Aires y ahora de la nación desarrollando el más ramplón de los proyectos neoliberales y respondiendo a raja tabls a OCDE, a Pearson, a los intereses de sectores que quieren hacer de la educación un producto de mercado. ¿Preparar a los alumnos para la prueba, como hace Chile y Colombia? ¿esa es una acción político-pedagógico interesante?¿domesticar a los adolescentes y domesticarnos a nosotros mismos hasta ese punto? ¿les tiene que ir bien en la prueba porque están representando al país? Discrepo. La prueba PISA puede ser cuestionada técnicamente. La prueba ordenada por un organismo que representa a los intereses económicos de los países poderosos no es la teleología de la educación.
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